Actividades de inteligencia emocional en el aula

Cuando me planteé introducir este tipo de actividades, lo primero que me pregunté es lo que quería conseguir. Y mi reflexión me llevó a la realidad del aula. Sé que me voy a encontrar con unos niños con más dificultades que otros, porque necesitan más tiempo para asimilar los aprendizajes nuevos. Pero lo que realmente quiero es que por nesesitar ayuda extra (refuerzo) o más atención individualizada por parte del maestro/a no se sientan desplazados sino que se sientan queridos por sus compañeros. Por lo tanto, si quiero formar un grupo, inculcando valores de cooperación, tolerancia, respeto y aceptación de las características individuales del otro, es decir, un grupo donde las sensaciones y las emociones de mis alumnos tengan cabida ¿no debería promover y proponer más actividades de grupo?

Al poner al niño a trabajar en grupo, en el plano social, el niño necesita sacar al descubierto todas sus habilidades emocionales y si no las tiene , le da la oportunidad de aprenderlas de sus compañeros; y en el plano intelectual, las actividades de grupo ofrecen al que sabe la posibilidad de mostrárselo a los demás, y dirigir la resolución de la actividad, y el que no tiene aún la capacidad de resolver, va aprendiendo estrategias para hacerlo y le da la posibilidad de engancarse al aprendizaje cuando esté realmente preparado para ello.

Ahora bien estas actividades realizadas de forma esporádica no nos darán el resultado deseado. La clave del éxito está en la frecuencia con que proponemos estas actividades, en introducirlas con normalidad en los aprendizajes que proponemos, y sobre todo en convencernos a nosotros mismos que las actividades grupales no las debemos relegar al tiempo de música, teatro, plástica y/o educacción psicomotriz.

1 comentarios:

  Anónimo

7 de abril de 2009, 14:24

¡Hola Ana!
Acabo de dotorear tu blog y me ha parecido muy interesante. Te seguiré visitando con interés. ¡Ánimo! sigue con este gran proyecto. Besos MCSV